La
hipersensibilidad táctil juega un rol importante a la hora de usar una prenda
de vestir. Una etiqueta, las costuras, una prenda muy rígida, gruesa o pesada, una textura
muy áspera o de material sintético, un puño demasiado apretado, pueden resultar doloroso e insoportable
de llevar, y en los niños con Síndrome de Asperger, se puede manifestar dicha
incomodidad con llanto cada vez que usted lo vaya a vestir. Para evitar estos
momentos de tensión e incomodidad, es recomendable que usted tome en cuenta,
cada vez que le vaya a comprar ropa a su hijo, la textura de la prenda de
vestir, que sea de telas naturales, liviana, holgada (quizás un pantalón de buzo en vez de un jeans), que sea del color de su agrado (los aspies
podemos ser muy rígidos con los colores que nos gustan y los que no), franelas sin adornos pegados que pueden raspar en el interior, tener cuidado con las camisas porque el cuello puede ser muy áspero y la costura de los botones pueden molestar en la piel, calzoncillos que no se plieguen, calcetines que no se resbalen ni arruguen dentro de los zapatos, buscar ropas sin costuras, y cortar
todas las etiquetas para que él no sienta dolor cada vez que le roce la piel.
La idea es que el vestuario sea algo cómodo y no tortuoso para su hijo, y eso
se verá reflejado al momento de vestirle.
En cuanto a cómo nos vestimos los adultos Asperger, no hay una tendencia única y exclusiva de aspies, porque somos personas ante todo y como tal, tenemos nuestros propios gustos y preferencias, lo que sí puede hacernos coincidir, es que preferimos la ropa cómoda, al menos para su uso diario, y somos poco asiduos a ir de compras para renovar el clóset, sobre todo cuando ya tenemos ropa y calzado en casa. En mi caso me produce mucho malestar tener que "vitrinear" para encontrar una prenda de vestir que me guste y luego tener que probármela hasta encontrar una que me quede bien. Es muy tedioso realizar esta actividad, no sólo porque lo considero una pérdida de tiempo y dinero, sino que también por la sobrecarga sensorial, ya sea por el exceso de ruidos en el ambiente, demasiada gente, estímulos visuales, o por el roce de las prendas de vestir al ser probadas. Es tanto el malestar, que en algunas ocasiones, de las pocas veces que he ido a comprar ropa, termino hartándome y yéndome del lugar sin comprar absolutamente nada, sólo con un enorme agotamiento y deseos de llegar pronto a casa para descansar de tanta sobrecarga sensorial.
En este artículo mis compañeros aspies también tienen una opinión sobre cómo les gusta vestirse (no he puesto sus nombres para mantener su privacidad):
¿Qué ropa les gusta usar?
-Yo buscaba ropa cómoda, útil y barata. Las modas me parecían una tontería. En una época también me dio por lo estrafalario. Hoy día le doy importancia a la imagen por utilidad, pero sería feliz sin tener que comprar ropa o elegirla, ojalá existiera un armario inteligente que te midiera y te pusiera cada mañana la ropa apropiada.
-Me
daba todo igual jejeje, nunca he ido a la moda.
-A
mí me atraía lo punk, cuanto más estrafalario, mejor. Me hacía yo misma los
pendientes, alguna ropa, etc. Y cada vez que mi madre me obligaba a vestir y a
peinarme "normal", me ponía tan nerviosa y con tanta ansiedad que
muchas veces comenzaba a dar vueltas en círculo alrededor de las columnas, sin
parar durante un buen rato largo.
-Nunca
le vi la gracia de "vestir a la moda", siempre fue una tontera para
mí. Prefería vestir como me sintiera mejor.
-Nunca
vestí a la moda y nunca fui de comprar ropa. Aunque mis gustos solían ser
bastante unisex y tuve mi época de vestirme onda 60. Pantalones y remeras
desteñidos. Cintos de madera, etc. Pero por una obsesión con esa década.
Fotografía: Camilo Cuevas.
-Yo, cuando era adolescente y más joven, parecía caricatura de una tira cómica o dibujo animado. Siempre andaba con la misma ropa, para nada me importaba la moda (era bien fea y suelta mi ropa). Ahora ya adulta, al contrario, ando pendiente de la ropa, de andar bien vestida (la marca de la ropa no me importa, o si es cara o barata, o si es de tiendas caras o ferias), si me queda bien (o pienso yo que me queda bien), me da lo mismo donde la compre (aun en tiendas de ropa americana), pero ahora me cuido de verme y sentirme bien.
-Yo
fui punk, metalero, rockero y siempre buscaba desafiar los estándares de
vestimenta impuestos por la sociedad.
-A
mí me da igual la moda, me gusta crear mi propio estilo, vestir diferente a los
demás me hace sentir bien.
-A
mí me da igual, pero siempre busco ropa cómoda.
-Yo
tengo un problema grande con la moda, en un principio simplemente no las
seguía, pero al ver el efecto rebaño que causa ésta, creé como una especie de
aversión a cualquier cosa que este dentro de lo más común, es casi
inconsciente, incluso muchas veces hay cosas que me gustan pero que luego se
transforman en moda y me dejan de gustar. Es tanto en ropa, comidas, estilo de
vida y sobretodo en música, la cual es más invasiva. Es casi como una fobia, la
cual tampoco es buena ya que me hace discriminar cuando no debo, pero bueno...
-Prácticamente
nunca me ha gustado lo que está de moda, voy totalmente a mi estilo y por eso
no me gusta ir a discos ni a bailes porque no me provoca bailar ni disfrutar
con música que no me agrade. Con la ropa, me gusta lo hippie y todo que sea
cómodo y que no llame la atención y cero tacones y poca bisutería.
-En
realidad no me importaba como vestir, a veces era vistoso, otras totalmente
sobrio, creo que dependía mucho de mi estado emocional y las personas con las
que interactuara. Pero aun así no seguía normas, ni modas, pero si era algo
inusual y el hecho de querer resaltar, creo que me hacía resaltar.
Fotografía: Camilo Cuevas.
-Siempre me visto exactamente igual. Soy muy complicado con la ropa, me gusta sentirme cómodo tanto por la forma o textura de las prendas en sí, como también en el hecho de "como me veo". Me gusta verme lo más delgado posible y siento que eso solo lo obtengo con una polera negra apretada y puesta por dentro del pantalón y unos pantalones de buzo también negro. Por lo mismo no me gusta abrigarme y rara vez ando con poleron o chaqueta, tiene que hacer mucho frío para ello. Obviamente no es exactamente la misma ropa cada día, sino que tengo varios modelos de exactamente la misma prenda. En cuanto a estilos, siempre me ha gustado "lo gótico" pero solo como subcultura estéticamente, por su "androginismo" ya que me agrada eso que a mi parecer se aleja de la "imagen de un macho bruto" y de que le da importancia a la búsqueda de una imagen como moda pero no en el sentido común y tópico de la sociedad (como de ser un tipo musculoso o una mujer rubia de pechos grandes y todo eso) pero de todas formas en la calle, no es algo que se nota en absoluto (creo) ni tampoco como subcultura socialmente, simplemente la imagen (que por otra parte no llevo en calle).
-En
mi caso la moda, desde chico, ha sido uno de mis temas obsesión, y claro está
de adolescente, y a la fecha, me interesa saber sobre las propuestas de los
diseñadores, de igual forma observaba, y observo, aquellas tendencias que se
muestran en las calles y a quienes considero como iconos de moda, pero, solo a
modo de retroalimentación visual, ya que, siempre he desarrollado mi propio
estilo ignorando si está de moda o no, cuido que mi outfit resalte aquellos
rasgos que deseo resaltar, haciendo uso de los colores que me gustan y que en
ese momento deseo usar.
-Me
vestía siempre de negro, ahora que visten todos de negro, uso colores, no por
llevar la contraria, solo porque cambiaron mis gustos.
Fotografía: Camilo Cuevas.
-Me da rabia gastar en ropa nueva si tengo ropa de mi talla, pero sé que la que tengo no está lustrosa y está pasada de moda. Finalmente compro, pero me da pena tirar lo viejo. Lo he solucionado donando todo lo que tiro. Si sé que va a seguir siendo útil en otro lado, dejo de sentirme mal al respecto. A mí sí me gusta usar lo nuevo, pero no tirar lo viejo, hasta que he empezado con la donación. Ahora veo la ropa nueva como inversión laboral y la eliminación de la antigua como redistribución de bienes.
-Tengo
la misma camisa desde hace cerca de 10 años y recién la voy a renovar, y así
tengo un montón de ropa; solo tengo un par de zapatos, la cantidad exacta de
ropa. Tengo ropa nueva, pero no me gusta usarla. Me cuesta botar lo viejo,
cuando aún se puede utilizar, y usar lo nuevo porque no me gusta que se
maltrate.
-Yo
compro ropa nueva pero me cuesta deshacerme de la anterior. Siempre digo: La
voy a usar como pijama o para hacer ejercicios etc. No sé por qué, pero trato
de buscarle un uso, aunque no lo tenga y termino con mínimo 4 maletas de ropa y
lo mismo para mi pequeño hijo. Estoy tratando de comprar ahora, ropa clásica,
los looks que van casi en todo momento o temporada: Casacas, jeans, ropa negra,
etc. Cosas que no pasan de moda. Y con la ropa que aún me queda, se me ha
ocurrido, para no tener exceso de ropa, juntar la mejor ropa para 2 semanas, es
decir 14 pantalones, 14 poleras , etc. Parece poco cuando lo digo pero en
espacio igual es bastante, pero quiero hacerme un sistema y no pasarme de eso,
para crearme la rutina de ordenar (que tanto me cuesta hacerlo).
-No
soporto tirar ni ropa, ni otra cosa que pueda tener algún uso o arreglarse. Lo
de la donación siempre es la única cosa que me calma para tirar algo que me
estorba o causa problemas si lo conservo. Cuando realmente no queda otra que
tirarlo, tengo que hacerme un “autolavado de cerebro” para convertirlo en algo
bueno, jejeje...no queda otra.
Fotografía: Camilo Cuevas.
-Mientras la ropa siga en buen estado, la sigo usando. No me guío en modas, sino en lo que a mí me gusta. Tendría que comprar ropa, pero detesto lidiar con la gente, los ladrones y los vendedores, pero más para mantener el "protocolo" esperado socialmente frente a la gente. Pero mientras la ropa me dure, no tengo problemas con que resulte extraño que use el mismo tipo de camisas o cualquier tipo de prenda.
-Tengo
que comprar ropa nueva porque no me queda otro remedio, porque la vieja no me
vale, pero aun así, no tiro la ropa vieja y la guardo hasta que me vuelva a
valer.
-Yo
suelo comprar la ropa que esté en oferta y no tengo mucho problema con ponerme
lo nuevo si me acomoda bien, cuando hay algo que no me es cómodo, ahí si me
cuesta ponérmelo. Siempre ha habido familiares que nos donan ropa y me encanta
así como también donamos. A mi hija le cuesta muchísimo deshacerse de su ropa
aunque no le quede, desarrolla un vínculo especial con su ropa jajaja y le
cuesta aceptar la ropa nueva.
-Bueno,
con el tiempo le cogí el hilo de donar algunas cosas que no usaba o porque me
hacían ver más adolescente de lo que la gente piensa que soy. Tengo 25 y la
mayoría cree que soy menor de edad. Si le digo mi edad ponen “cara de infarto”
y no me creen. Y volviendo al tema de la ropa, me duran mucho o se conservan
bien. Tengo una falda desde hace unos 14 años y esta igualita, y aún la uso ¡Me
encanta!
-También
me apena deshacerme de lo viejo, yo conservo hasta la envoltura de un caramelo
que me invitó mi ex hace varios años, para mí esas "pequeñeces"
tienen valor sentimental. La ropa vieja que tengo también, para mí es como
armadura que me acompañó durante momentos importantes de mi vida.
-Yo
tengo una camisa toda rota y vieja ¡No la tiro! mis botas viejas las usé por
más de 5 años y me las tiraban y las sacaba de la basura, aun las tengo. Cuando
las cambié, fue por un par igual, pero nuevas, las usé la misma cantidad de
tiempo que las anteriores. Las tengo aún.
Para
finalizar este artículo, en cuanto al tema del vestuario, quisiera aportar un
dato: Si bien es cierto que tanto varones como mujeres aspies preferimos la
ropa cómoda, incluso varios tenemos un “apego” a ciertas prendas que nos
rehusamos a cambiar, quiero hacer énfasis en que SÍ existen mujeres aspies que
les gusta y les interesa vestirse y verse femenina para algunas ocasiones,
aunque lo más probable es que no sea algo que se haga muy seguido. Una vez más
quiero recordar que aparte de las características del Síndrome de Asperger,
también existen las características personales.
Escrito recopilado, editado y publicado por Aillen Aukan Awka.
Las
imágenes utilizadas en este escrito (exceptuando la primera) pertenecen a Camilo Cuevas, un excelente
fotógrafo con el síndrome de Asperger. Pueden encontrar más de sus fotografías
en esta página:
Esta
es la biografía del autor de las fotografías utilizadas en este escrito, un
joven con el síndrome de Asperger: